8 dic 2009

Antecedentes (I) Hoax, bulos y creación de falsas instituciones.

2.- ANTECEDENTES

2.1.- Hoax, Bulos y creación de falsas instituciones.

Existen diversos ejemplos de artistas que han jugado con la creación de falsas noticias, acontecimientos e incluso instituciones y personalidades ficticias para denunciar algún tipo de manipulación. Normalmente, estas experiencias sirven para hacer notar los fallos de los sistemas informativos, que con sus formas de presentar la realidad, y la falta de escrúpulos a la hora de contrastar las informaciones que vierten suelen repercuten en la sociedad de manera errónea, generando miedo y propiciando creencias basadas en lo esotérico e irracional. Las audiencias suelen acoger estas noticias sin ningún criterio, ya que su confianza hacia los medios de comunicación hace que resulte más fácil creer en una información no contrastada o manipulada que molestarse en buscar una explicación racional.

Un ejemplo clásico de manipulación de la audiencia es el de la retransmisión por radio de “La Guerra de los Mundos” de H.G. Wells llevada a cabo por Orson Welles en 1938. Se trata de una dramatización de la obra de Wells a modo de informativo o noticiario. Así, los propios locutores de informativos se convirtieron en actores interpretando el papel de asustadas víctimas que estaban siendo atacadas por marcianos. Los radioyentes que no habían escuchado la introducción en la que se aclaraba que todo era una interpretación, pensaron que se trataba de una emisión real de noticias, y se propagó el caos en las calles de Nueva York. La centralita de la comisaría de policía se colapsó, y las redacciones de los principales periódicos tuvieron que atender las llamadas de los aterrorizados ciudadanos que intentaban protegerse de los ficticios ataques de los extraterrestres. El programa es tratado de manera tan real que en un primer momento se avisa de que los astrofísicos han detectado extrañas explosiones gaseosas en la superficie de Marte, y poco a poco se va complicando el asunto, hasta que al final el propio locutor acaba acorralado en la azotea de la emisora, donde muere y la narración ha de ser contada por una tercera persona. Esta histeria colectiva demostró cuan poderosos pueden llegar a ser los medios de comunicación a la hora de movilizar a la gente y crear en ellos opiniones basadas no en criterios lógicos, sino en experiencias ficticias.

Otro ejemplo de falso reportaje que provocó un enorme impacto en las audiencias fue el documental Alternativa 3[1], en 1977. Se trata de un falso reportaje en el que se investigan las alternativas de supervivencia de la especie humana que está desarrollando secretamente el gobierno estadounidense debido al deterioro del planeta. La alternativa 3 es la que mejores posibilidades tiene de realizarse y trata sobre la habilitación de una colonia en Marte donde un escaso número de personalidades relacionadas con las ciencias y las artes habrán de ser evacuadas para salvar a la especie. El elemento melodramático y de denuncia, es que todas las personas desaparecidas misteriosamente son llevadas para trabajar como esclavos en una base situada en la cara oculta de la Luna. Para otorgar credibilidad al asunto el reportaje de investigación se sirve de testimonios de científicos, astronautas y políticos y se envuelve en un aura de misterio en la que todo el mundo tiene miedo a hablar. El reportaje fue emitido el día de los inocentes en Inglaterra, y aún con eso mucha gente creyó que era cierto, lo que provocó una histeria colectiva y la cadena de televisión que lo realizó tuvo que aclarar que se trataba de una broma interpretada por actores. Lo más extraño del caso es que seis años más tarde de su emisión en Inglaterra, el reportaje fue doblado al español y transmitido en España. Lo emitió Fernando Jiménez del Oso en el último programa de “La Puerta del Misterio”, presentándolo como real. El mito de Alternativa 3 ha seguido creciendo hasta nuestros días y mucha gente cree lo da por cierto, a pesar de que su editor (porque también existe un libro) Nick Austin asegura que Alternativa 3 es una broma.

El artista Joan Fontcuberta ha realizado en numerosas ocasiones experiencias artísticas en este sentido. Mediante la creación de noticias, acontecimientos e investigaciones ficticias, Fontcuberta ha conseguido en varias ocasiones captar la atención de los medios de comunicación , poniendo de manifiesto las carencias de los servicios informativos actuales.

En su obra “Aerolitos”[2] Fontcuberta consiguió aparecer en diversos informativos y gacetas denunciando el fenómeno de los yacimientos de bloques de hielo. Con ayuda de amigos meteorólogos y algunos actores Fontcuberta estaba generando un bulo que se extendía rápidamente por toda la geografía española. De repente, mucha gente (que no actuaba de gancho) comenzó a salir por televisión diciendo que también habían encontrado aerolitos en sus terrenos, y algunos científicos, movidos por enormes intereses económicos, secundaron el suceso con disparatadas teorías acerca de la naturaleza del fenómeno, como que los bloques de hielo podían ser restos de un cometa o de un raro proceso de congelamiento de la estratosfera. Tanto los espontáneos descubridores de aerolitos como los científicos que opinaban sobre el tema obviaron un pequeño detalle. A saber: que un bloque de hielo, por muy compacto y grande que sea se quiebra en miles de fragmentos con solo lanzarlo de un cuarto piso. Con este simple experimento se hubieran descartado todas las hipótesis pseudocientíficas que se estaban proponiendo y hubiera salido rápidamente a la luz el engaño de Fontcuberta.

Así mismo Fontcuberta desarrolla otros proyectos en el ámbito de la zoología y el imaginario popular. Con su obra Fauna[3] parte de documentos falsificados, pistas erróneas e inventadas para manipular la memoria colectiva creando un personaje. Se trata de un naturalista alemán, el profesor Ameinsenhaufen que rastrea y sigue la pista de unos curiosos animales. El profesor recoge en su obra de investigación estos animales críptidos (como se diría en criptozoología) catalogándolos y exhibiéndolos como auténticos hallazgos. Así encontramos en Fauna al “Midorifera Colubercauda” una suerte de ardilla cuya cola es una serpiente (o una serpiente cuya cola es una ardilla, como prefiera verse). O al fabuloso “Alopex Stultus” una especie de híbrido de tortuga y zorro de dos patas que entierra la cabeza en el suelo cuando se ve en peligro. El profesor muestra también el hallazgo del “Centaurus Neandertalensis” un eslabón perdido de mono con cuatro patas y dos brazos (como los centauros) capaz de comunicarse, ser hospitalario y donar voluntariamente su cuerpo a la ciencia. Fontcuberta plantea con esta obra numerosos interrogantes en cuanto a la veracidad de la imagen como testimonio y prueba empírica de evidencia. Mediante la creación de este bestiario fantástico, acompañado de documentos, estudios anatómicos, fotografías y el testimonio del profesor, Fontcuberta se arma de “rigor científico” para cuestionar la autoridad de la institución para ofrecer y manipular la información y así provocar una reacción creyente en el público.

Otro ejemplo es el del artista Adam Brandejs, que se valió del engaño hoax o bulo por Internet para denunciar la manipulación genética con fines comerciales. Brandejs creó una institución de bioingeniería genética ficticia llamada Bio-Genica[4]. La principal labor de esta empresa consiste en la realización de experimentos genéticos con embriones de animales. Estos experimentos genéticos han dado como resultado una serie de mascotas genéticamente manipuladas cuya longevidad es determinada a priori por el consumidor (pueden durar de uno a tres años). Se trata de una especie de fetos de mono con grandes cabezas que se comercializan con un exquisito packaging y una cuidada identidad corporativa. En el envoltorio de plástico encontramos una serie de indicadores que nos muestran los biorritmos del animal y la fecha de caducidad. Pero quizá la parte más interesante del proyecto sea la propia página web de la compañía ficticia. En ella podemos ver las instalaciones, conocer los experimentos genéticos patentados y adquirir nuestro propio GenPet. Así, mediante la creación de una falsa institución, el artista logra convencernos y captar nuestro interés por estas mascotas prefabricadas y cuando estamos a punto de hacer clic en el botón de “comprar ahora” se nos redirecciona a la página web del artista en donde nos muestra su posicionamiento artístico. Brandejs nos habla ahora de cómo instituciones privadas patentan cromosomas del ADN humano, imposibilitando o dificultando la investigación de enfermedades por parte de otras entidades y asegurándose así los futuros descubrimientos de fármacos y vacunas. En todo el proceso de investigación de la página de Bio-Génica no se duda en ningún momento de la veracidad de los GenPets, debido a la gran confianza que genera una gran industria. Brandejs juega así con el argumento de autoridad para validar su planteamiento artístico.

En este sentido cabe destacar un proyecto que realicé el año anterior con mi compañera Mar García. El año pasado basé mis proyectos artísticos en la manipulación de la publicidad en el mundo del consumo y para ello realicé un ejercicio artístico de Hoax. Se trata de la realización de un pequeño aparato o dispositivo que mediante conexión a Internet vía satélite selecciona para los consumidores/ususarios todos aquellos productos, atendiendo a su nivel adquisitivo. El engaño en sí es la página web en donde se suministraba el aparato llamado Selpro (seleccionador de productos), además de toda la publicidad en diversos medios de comunicación e Internet, ya que como cada aparato está destinado a un usuario concreto, teniendo en cuenta el nivel adquisitivo de cada uno de ellos, el usuario del producto ha de rellenar un extenso formulario contestando a numerosas preguntas privadas sobre sus ingresos, gustos musicales, tendencias políticas, etc. Con esto el usuario no es el que elige el producto en si, sino es el producto el que etiqueta y cataloga a los usuarios, resultándole más sencillo seleccionar productos para él. Selpro adquiere entonces numerosas formas, Selpro para ejecutivos, para estudiantes de periodismo, o para amantes del Jazz, o para niños. Selpro es una falsa marca personificada en una mascota, que es distinta para cada individuo, pero lo que hace en realidad es clasificarlo para venderle artículos que “son únicos para él”. La página web donde se suministra y personifica el Selpro es la institución que te convence de necesitarlo, la que lo publicita, y desde la que finalmente se accede al posicionamiento artístico final, ya que a la hora de presionar el botón de comprar, se redirige al usuario al Weblog de artista en donde se encuentra el planteamiento y posicionamiento al respecto, la crítica hacia los métodos de engaño de la publicidad, a la facilitación de datos por Internet, y al mundo del consumo en la era de la globalización mediática, pues al aceptar la compra del Selpro hemos aceptado que se nos catalogase, se nos agrupase según nuestros ingresos, pertenencia a minorías o gustos estéticos para que el sistema pudiera seguir vendiéndonos productos o conceptos.

Al respecto de la manipulación de la información a la que nos vemos asediados hoy en día, es importante destacar la aportación de Hoaxaoh[5], que es una página web hoax creada por mi compañera Ruth Sánchez en la que la información manipulada, el falso reportaje y el bulo desinformativo son los protagonistas. Así encontramos diversos reportajes de diferentes temas de actualidad en los que se ofrecen versiones alternativas de la realidad, a través del humor. Con esta obra, Ruth ha creado una institución en donde esta información tiene cabida, la revista Hoaxaoh y cuestiona la veracidad de la información mediante el uso del pensamiento crítico y racional.

Así pues el fenómeno del Hoax, y de la creación de falsas instituciones para otorgar credibilidad a los bulos, es muy antiguo. Relacionado con los medios de comunicación de masas el primer precedente lo encontramos en La Guerra de los Mundos dramatizada por Orson Welles, pero como hemos visto, el fenómeno se va complicando con el tiempo, y en la actualidad encontramos numerosos ejemplos de propagación de falsos acontecimientos por Internet. Este es quizá el método más sencillo para lanzar informaciones falsas, ya que es barato y muy efectivo y la información puede llegar a personas de más países que sólo lanzándolo a los medios de comunicación. Por lo que he comprobado con estos ejemplos mencionados, hay que configurar la mentira de dos maneras para que sea interesante: Por un lado hay que disfrazar la pseudociencia de ciencia auténtica (como en Alternativa 3) para otorgar a la institución de veracidad y autoridad. A la hora de crear personajes que ofrezcan testimonios de corroboración de la mentira, estos han de actuar como si lo que estuvieran diciendo fuera muy importante para la humanidad, como una especie de revelación, tras la cual el mundo abrirá los ojos y descubrirá la verdad, todo ello aderezado de fraseología pseudocientífica y vocablos que muy pocos manejen. En segundo lugar es importante presentar las cosas con un cierto halo de misterio, como lo hace Fontcuberta con sus falsos reportajes, porque aunque el asunto resulte obvio (como en caso de los trozos de hielo que se despedazarían con sólo arrojarlos de un 4º piso) si lo que cabe esperar no ha sucedido, se convierte rápidamente en algo sobrenatural. Así encontramos ese hilo de misterio en Los GenPets de Brandejs, unos animales envasados que por simple lógica no deberían ser reales, y sin embargo ahí están, respaldados en la gran institución que los fabrica, y por lo tanto el fenómeno misterioso se convierte en real.

“La verdad utiliza como ortopedia unos medios encaminados a suplir evidencia y la fotografía se nos presenta como sólo uno de los más cercano. Pero estos medios no nos proporcionan simples transcripciones mecánicas de la realidad, sino que nos fuerzan a construir cada mensaje. La credibilidad del documento fotográfico depende en primer lugar de su función histórica como suministro de información veraz e incuestionable. Pero en segundo lugar, y en mayor medida, depende del carisma del discurso institucional al que sirve y de la confianza que saben inspirar las fuentes de emisión.”

Joan Fontcuberta en Contranatura.


[2] Joan Fontcuberta. “Aerolitos” en Contranatura. Pag. 96 y siguientes. Ed. Escepticismo Activo.

[3] Joan Fontcuberta. “Fauna” en Contranatura. Pag. 35 y siguientes. Ed. Escepticismo Activo.

[4] www.brandejs.ca

[5] www.hoaxaoh.com

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